lunes, 9 de mayo de 2016

EMPERADORES ROMANOS DE ORIGEN ESPAÑOL

Han sido 3 los Emperadores Romanos  nacidos en Hispania: Adriano, Trajano y Teodosio.
Los  primeros en la etapa más estable de la historia el Imperio, en la dinastía Antonina, entre  el 28 de enero del año 98 y el 10 de julio del 138, Trajano y Adriano rigieron los destinos de Imperio más importante del mundo de manera consecutiva. Tendríamos que esperar al 379 (19 de enero), año en que comenzó el reinando de Teodosio I, el grande hasta su fallecimiento en el 395.
Emperadores Romanos nacidos en Hispania - Curiosidades de la Historia
Trajano
En el año 98, Marco Ulpio Trajano se convertía en el XIII Emperador Romano sucediendo a Nerva. Este no había tenido descendencia y había optado por alguien son suficiente experiencia militar y consular como el hispano Trajano, nacido en Itálica, primera ciudad construida por los romanos en Hispania y fundada para veteranos de la Segunda Guerra Púnica contra los Cartagineses, cerca de Sevilla. En su reinado el Imperio se expandó hacia el este, destacando la conquista de la Tracia y las guerras con los Partos. Poco antes de morir adoptó a Adriano, hijo de un primo suyo, que sería su sucesor.
Emperadores Romanos nacidos en Hispania - Curiosidades de la Historia
Adriano
En el 138, a la muerte de Trajano, Publio Elio Adriano se convertía en el XIV Emperador. Nacido también en Itálica, durante su reinado el Imperio alcanzó su máxima extensión, es  junto a Trajano, uno de los 5 emperadores buenos.  Su reinado no fue muy activo militarmente como su predecesor. Sólo se puede destacar las guerras con los Judíos. A destacar las fortificaciones que estabilizaron las fronteras como en Germania y Britania donde levantó el famoso “Muro de Adriano“, fortificación de piedra que marcaba los limes del Imperio.
Emperadores Romanos nacidos en Hispania - Curiosidades de la Historia
Teodosio I, el Grande
Nacido en Cauca (actual Coca), Segovia, Flavio Teodosio I, llamado el Grande, fue el último emperador que rigió todo el Imperio. A su muerte se dividió entre sus hijos Arcadio (Oriente) y Honorio (Occidente) debilitando notablemente su fuerza. Sucedió a Valente, fallecido en la gran derrota romana de Adrianápolis a manos Visigodas. Hay que destacar que fue el impulsor de convertir al catolicismo como religión oficial del imperio, tras el