Fue realizada en mármol de Carrara por encargo de Augusto
iniciándose en el 13 aC e inaugurándose el 9 aC. Está dedicado a
la diosa Pax y se levantó para celebrar las victoriosas campañas
de Augusto en Galia e Hispania y a la paz por él impuesta. Se levantó en
el Campo Marcio septentrional en la zona donde tradicionalmente se
practicaban maniobras del ejército, de la caballería y, en tiempos más
recientes, demostraciones gimnásticas de jóvenes romanos.
El caudal del Tíber aumentó y hubo muchas inundaciones razón por la
que se decidió proteger el Ara Pacis con un muro que no resultó muy
efectivo: el destino del Ara Pacis parecía decidido y su olvido
irreversible. Durante más de un milenio el silencio envolvió el Ara
Pacis y hasta se perdió la memoria del monumento.
El ara es una pequeña construcción rectangular abierta por el techo
que encerraba un altar. Constaba de dos puertas, una anterior con
escaleras para el oficiante y otra posterior para los animales que iban a
ser sacrificados.
Uno de los elementos más característicos es la abundante decoración
que presenta. Dentro tiene un friso con guirnaldas y bucráneos y fuera
un zócalo con roleos y cuatro alegorías flanqueando las puertas Estas
alegorías están relacionadas con la mítica fundación de Roma y
representan a Eneas y la Tierra como una mujer con dos niños,
flanqueada por los genios fertilizantes del Aire sobre un cisne y del
Agua sobre un monstruo marino, todo ello acompañado de frutos y animales
que hacen alusión a la prosperidad proporcionada por la Paz de Augusto.
Pero sin duda lo más conocido son sus dos frisos con la procesión de
la familia imperial para hacer una ofrenda por la paz creada por el
emperador. En vanguardia desfila Augusto, seguido de su familia, amigos y
colaboradores y después desfila todo el aparato civil y y religioso del
Estado (sacerdotes, senadores, magistrados,…).
Entre las características del relieve podemos destacar su gran
realismo y vivacidad junto un sorprendente detallismo y precisión en el
modelado. Destaca por su alto grado narrativo que aparece representado
con una gran movilidad y riqueza gestual que lo hace muy dinámico. Junto
a ello destacar el gusto por la recreación del paisaje y la decoración
arquitectónica. Todos los relieves fueron labrados por artistas
helenísticos y son una muestra magistral del uso de relieve pictórico.
Tras siglos de abandono el monumento se redujo a ruinas hasta que en 1938
(cuando se cumplía el bimilenario del nacimiento del emperador
Augusto), Mussolini decido restaurarla en una extraordinaria operación
de propaganda. No es la primera vez que hablamos del interés de los fascistas por el mundo grecorromano, por lo que Mussolini convirtió esta empresa en un acto de exaltación a su régimen.
Inició una compleja operación de rescate de
los fragmentos de la obra entre los cimientos de un palacio
renacentista. Este rescate se convirtió en una gesta de la arqueología
moderna. El régimen se hizo con los fragmentos del Museo de los Uffizi y
del Vaticano y el Ara Pacis fue reconstruido en tres meses junto al
Mausoleo de Augusto donde lo inauguró Mussolini el 23 de septiembre de
1938.
Aquí tenéis una reconstrucción de cómo sería con sus colores originales.