jueves, 4 de octubre de 2012
PEINADOS ROMANOS
Las mujeres romanas, como las griegas, llevaban el cabello largo y lo sujetaban con cintas y trenzas. Evolucionan los peinados según épocas y clases sociales. Las jóvenes, antes de casarse, se peinaban de forma sencilla, recogiendo el cabello en un moño sobre la nuca con trenzas o cola de caballo.
Las mujeres casadas, en principio, llevaban un peinado característico, las sex crines, seis trenzas; peinado que también llevaban las vestales, sacerdotisas muy importantes en la vida social y religiosa romana.
A lo largo del imperio, los peinados fueron complicándose siguiendo unos modelos: sujetaban todos los cabellos con cintas sobre la nuca, llevaban varios pisos formando un peinado alto, disponían los cabellos en semicírculo con tirabuzones alrededor... Todos estos peinados necesitaban postizos, agujas comatoriae, redecillas y las manos de esclavas expertas. También era habitual el uso de pelucas rubias y de tintes para aclarar el color de los cabellos.
La profesional de la belleza femenina se llama Ornatrix era una mezcla de peluquera, esteticien y asesora de imagen cuya finalidad fundamental era embellecer a las matronas romanas. En lo que respecta a las funciones de peluquería lavaban el pelo a las clientas, hacían eliminar las canas más visibles arrancándolas con pinzas y eran expertas en la confección de recogidos, elemento fundamental para diferenciar a simple vista a una dama y a una prostituta (ellas lo llevaban suelto).
Estas profesionales también fabricaban pelucas que se llamaban CAPILLAMENTUM, con pelo importado de la India o que cortaban a las esclavas, también pintaban las zonas calvas de la cabeza.
El color rubio causaba sensación entre ambos sexos y para conseguirlo se echaban polvo de oro, en el siglo VI a. C. los romanos adoptaron de los griegos la costumbre de teñirse el pelo color amarillo rojizo, consiguiendo este color con jabón caustico (espuma caustica o bátava) a base de sebo y cenizas. También se colocaban pelucas traídas desde Germania.