El Ara Pacis es un monumento conmemorativo erigido entre los años 13 y 9 a.C. para la celebración de la paz en el Mediterráneo tras las victoriosas batallas del emperador Augusto en Hispania y la Galia.
Erigido en el Campo de Marte, el Ara Pacis estaba dedicado a la diosa de la Paz, en honor a la cual cada año se realizaban en él los sacrificios de un carnero y dos bueyes.
El altar estaba situado de tal forma que la sombra del gran obelisco situado en el Campo de Marte se proyectaba sobre el Ara Pacis el día del cumpleaños de Augusto.
Debido a la crecida del río el altar quedó sumergido en el lodo, donde permaneció durante más de un milenio. No fue hasta el siglo XVI cuando se encontraron parte de los restos y en 1938 se llevó a cabo la reconstrucción que se conserva hasta nuestros días.